Walter Schaub Fenner

Se procedió a construir un primer prototipo en madera, para comprobar su correcto funcionamiento y al darse cuenta de que efectivamente funcionaba y suponía una innovación para la empresa, decidieron construir una máquina en metal y como retribución la fábrica Alemana obsequió a Walter Schaub dos máquinas las cuales enviarían vía barco y en el bolso de viaje del inventor, dos máquinas para la fábrica Schaub.

Walter vuelve satisfecho a Chile ansioso por contarle a su padre los éxitos de sus inventos y llevando en su maleta algunas partes de las máquinas.

Luego de algunos meses las máquinas llegan al puerto y se incorporan rápidamente a la industria, significando pasar desde un taller artesanal a una pequeña industria con procesos mecanizados.

Se extrae de una revista Chiguayantina llamada 'Homenaje a Chiguayante', impresa por la Escuela tipográfica Salesiana de Concepción el siguiente extracto: “Nosotros lo llamaríamos el hombre múltiple, porque no hay actividad de progreso donde su figura y su entusiasmo no estén presentes.

Gran deportista y mejor Chileno, don Walter Schaub se tiene ganado un Chiguayante un cariño que no conoce dimensiones.