Walt Kelly

Por su trabajo mereció el Premio Reuben de la National Cartoonists Society (Sociedad Nacional de Historietistas) al mejor historietista del año (Cartoonist of the Year) en 1951, y el premio Silver T-Square en 1972, otorgado a "aquellos que han demostrado una dedicación sobresaliente o servicio a la sociedad o a su profesión".

A Kelly le gustaban todos los animales excepto los gatos, o eso afirmaba según su viuda Selby.

También contaba su viuda que en una ocasión, durante una acampada, Kelly vio por primera vez a una zarigüeya viva y "se murió de terror".

Su fascinación por una representación del musical Show Boat en Los Ángeles le inspiró para crear el ambiente sureño de su tira estrella , Pogo.

Según Capp, al que le encantaba explicar la anécdota, Kelly tenía dos razones perfectamente lógicas para su regalo: En primer lugar, para cimentar las relaciones entre Estados Unidos y Argentina, y en segundo lugar, porque "de todos modos, no sabes tocar el piano".

Capp dijo: "Walt, cuando quería, podía ser la persona más divertida del mundo".

[2]​ Milton Caniff explicaba otra historia sobre Kelly y Capp en el recopilatorio sobre Pogo Phi Beta Pogo (publicado en 1989), durante un encuentro en el Newspaper Comics Council en los años 60: Políticamente Kelly, para ser precisos, habría que definirlo como un "independiente progresista" más que como un liberal.

Sin embargo, anteriormente se había decantado por el demócrata Harry S. Truman y no por su rival republicano Thomas E. Dewey en las elecciones presidenciales de 1948, que ganaría el primero.

Kelly, gran admirador de Lewis Carroll, también era un prolífico poeta, especialmente en la forma llamada "Anguish Languish", una deformación homofónica del inglés (Deck Us All With Boston Charlie está considerado como uno de los primeros ejemplos).

También cantaba, y su voz, de barítono borracho irlandés, se puede oír en el álbum Songs of the Pogo, del cual también escribió las letras.

Ya como animador, pasó a ser asistente del prestigioso animador Fred Moore, con el que desarrolló una gran amistad, al igual que con Ward Kimball, uno de Los Nueve Ancianos de Disney.

Kimball explicó en una entrevista, años más tarde, que Kelly se sentía constreñido creativamente trabajando como animador, ya que era una forma de arte colectiva, y posiblemente desbordado por las exigencias técnicas de la animación buscó una salida mientras duró la huelga.

Su trabajo en los años 40 fue tan prolífico que a día de hoy su obra aún no está documentada en su totalidad.

Las primeras historias, posiblemente influenciadas por el Uncle Remus de Joel Chandler Harris (historias sobre el Sur de Estados Unidos, narradas por un esclavo de raza negra llamado Remus), enfrentan a un chico llamado Bumbazine contra el astuto Albert The Alligator (el cocodrilo), con Pogo Possum (la zarigüeya Pogo) como personaje secundario.

Algunos historiadores han especulado con que la supresión del único personaje humano, de raza negra, le permitió a Kelly crear su ideal del Sur: ni blancos ni negros, solo criaturas.

Partiendo de varias fuentes dialectales, y su fértil imaginación, le permitieron crear un encantador y único "lenguaje selvático", abundante de sinsentidos, como un elemento más del escenario pantanoso en que se mueven sus personajes: un lugar llamado Okefenokee.

Los principales personajes de la tira son Pogo the Possum (la zarigüeya), Albert the Alligator (el cocodrilo), Churchy LaFemme (parodiando la expresión francesa de Dumas Cherchez la femme), una tortuga, Howland Owl (un búho, el propio Kelly), Beauregard (un perro sabueso), Porkypine y Miz Mamzelle Hepzibah, una mofeta francesa.

Posiblemente la expresión más famosa de toda la tira es "Hemos encontrado al enemigo y somos nosotros"("We have met the enemy and he is us") parafraseando la conocida frase "Hemos encontrado al enemigo y eran nuestros" ("We have met the enemy and they are ours") pronunciada por el comodoro Oliver Hazard Perry en la Guerra de 1812.

Pero un simple repaso a esos nombres hace que la explicación peque de obvia.

En 1952 Kelly ilustró The Glob, un libro para niños que explicaba la evolución del hombre escrito por John O´Reilly.

[9]​ Kelly había pasado un tiempo en el Berlín de la Guerra Fría escribiendo artículos sobre la situación allí.

En 1977, una pequeña editorial llamada Gregg Press reimprimió los diez primeros libros de Pogo en ediciones en tapa dura con sobrecubiertas.