El origen de este tradicional festejo, es en las Olimpíadas de París 1924, cuando en la final de fútbol Uruguay vence 3 - 0 a Suiza, y al término del partido, ante la algarabía del público por la demostración del gran fútbol desplegado por el nuevo campeón, ovacionan al seleccionado charrúa celebrando por las 4 tribunas del estadio y tiran sus sombreros al campo de juego, momento en que los jugadores uruguayos, encabezados por su capitán José Nasazzi y por José Leandro Andrade "La Maravilla Negra", dan la primera vuelta olímpica de la historia.
El público entonces empezó a seguir al equipo de Uruguay con entusiasmo.
Cuando terminó el encuentro final frente a la selección suiza, con un contundente 3:0, los uruguayos agradecieron el apoyo de la afición francesa dando una vuelta al terreno de juego para saludar a los espectadores, que los aclamaban y les tiraban flores.
[3][4] El club uruguayo Defensor Sporting tiene la costumbre de realizar la vuelta olímpica al revés, es decir en sentido horario, cada vez que obtiene un campeonato.
En 1988, el piloto polaco-estadounidense Alan Kulwicki festejó su primera victoria en la NASCAR Cup Series dando una vuelta de honor en sentido horario, es decir a contramano del sentido de circulación en óvalos.