Inmediatamente después del accidente, China ordenó que todos los Xian Y-7 de Wuhan Airlines se quedasen en tierra.
Un mes después del accidente, se les permitió volver al servicio activo.
La tripulación permaneció sobrevolando el aeropuerto durante cerca de media hora, esperando que el clima mejorase; durante este periodo se debatió la posibilidad de desviarse a otro aeropuerto, pero el piloto prefirió permanecer en la zona e intentar aterrizar en Wuhan.
[1] El fuselaje se precipitó a entre 20 kilómetros (11 nmi) y 30 kilómetros (16 nmi) de Wuhan en dos secciones; la mitad del avión cayó en un dique del río Han, la otra mitad impactó en una granja.
[5][6] Otras causas son atribuibles a que la tripulación de vuelo y el controlador aéreo violaron los procedimientos de operación estándar para climatología adversa, y la decisión incorrecta tomada por el capitán.