Por lo general quienes presentan esta conducta, conocidos como voyeruristas o voyeristas, no participan de la actividad sexual observada.
Una traducción literal podría ser «mirón», «morboso», «pervertido» u «observador», con la connotación peyorativa del caso.
La persona voyerista suele observar la situación desde lejos, bien mirando por la cerradura de una puerta, o por un resquicio, o utilizando medios técnicos como un espejo, una cámara portátil con linterna pegada debajo de la mesa, etc.
Es necesario, por lo tanto, distinguir entre voyerismo y actividad sexual normal, en la que también se produce una excitación al contemplar la desnudez.
En algunas culturas el voyerismo se considera una perversión y varios países lo han clasificado como un delito sexual.