Eduardo Rovner empezó a escribir Volvió una noche cuando su relación con su madre no estaba resuelta (su madre había muerto diez años antes): la culpó de todo malo en su vida y la hizo responsable de todos sus problemas hasta que un día se le ocurrió que a su madre le debe molestar que no la deja descansar en paz.
[3] Rovner tardó ocho años en escribirla porque la convivencia de los vivos y los muertos resultó ser un problema para él.
Le dice muchas otras cosas, por ejemplo le discribe lo que vio en el cine o en el teatro, así que describe las vidas de personas irreales y nunca habla de su propia vida.
Pero tal información no es suficiente para Fanny y cuando Manuel regresa a casa, lo está esperando.
Si desbarata la boda, consigue lo que quiere pero pierde a Manuel, quien bien la odia bien no la recuerda por eso.
Manuel es un hombre amable que quiere alegrar a todos y fue influido mucho por su madre.
El Sargento Chirino aparece en Volvió una noche cuando Fanny se irrita al oír sobre la boda de Manuel.
Chirino le ofrece sus servicios, es decir, la venganza, lo que la infeliz Fanny al final acepta.