A. Volkov y S. A. Yartsev crearon un cañón automático llamado TKB-201 para el nuevo proyectil de 23 mm.
Se planeó emplearlo como armamento principal del avión de ataque a tierra Ilyushin Il-2.
Su propósito original era crear un cañón automático que pudiese penetrar el blindaje de los tanques alemanes.
[1] Se desarrolló un nuevo cartucho más potente para el VYa-23, el 23 x 152 B.
Sin embargo, la munición para el cañón antiaéreo autopropulsado tiene otro tipo de carga propulsora y fulminante, por lo cual no es intercambiable.