Intentó, sin éxito, convertir al hijo del gobernador Valeriano.
Estuvo encarcelado durante siete años a causa de su fe cristiana.
Guardado en una urna, es sacado en una procesión solemne el último sábado de agosto.
Es representado con el símbolo de la palma, común a todos los que han sufrido martirio.
La catedral de Praga está dedicada a este santo.