Luego, las autoridades torturaron a Agrícola, pero no lograron que abandonara su religión.
La información sobre Vidal y Agrícola se basa en los escritos de San Ambrosio.
Volvió a enterrar las reliquias según los ritos cristianos, un evento al que asistió San Ambrosio.
El nuevo entierro llevó a la veneración popular de estos santos.
El culto tenía como centro la ciudad de Bolonia, donde se construyó una basílica para albergar las reliquias.