[3] Así mismo representó un hito religioso e histórico, por la visita que realizó a Mosul, ciudad destruida por el grupo supremacista ISIS, y por su encuentro con el ayatola Al Sistani.
La negativa internacional radicaba en que Irak había estado implicada en un conflicto armado con sus vecinos y una coalición leal a Estados Unidos, en la Guerra del Golfo entre 1990 y 1991, que entre otros objetivos buscaba sacar a Hussein del poder.
El viaje se postergó indefinidamente hasta que la muerte de Juan Pablo II en 2005 terminó con el proyecto.
[9][10] Pesa a ello, el papa estuvo en negociaciones con Hussein para evitar la invasión estadounidense del país en el 2003, dirigida por George W. Bush;[11] sin embargo, el ánimo conciliatorio del papa no pudo evitar la guerra.
El viaje a Irak se siguió postergando hasta el 2021, porque si bien Juan Pablo II fue sucedido por Benedicto XVI, y este fue invitado a viajar al país, la invitación no se pudo concretar por los problemas de seguridad que atravesaba Irak en esos años.