[1] Esta habilidad se desarrolla durante la infancia, ya que al cerebro le cuesta un tiempo aprender a fusionar los estímulos del mundo en 3D.
La separación entre los dos órganos receptivos, es decir los ojos, es aproximadamente de 65mm y se llama distancia interpupilar.
El sistema físico-psicológico fusiona el contenido de ambas imágenes y crea un modelo tridimensional.
A esto se le conoce como “ceguera estéreo” o “visión plana”.
Estas personas no logran captar la profundidad, el relieve y la tridimensionalidad.