Virus Ebola-Reston

El RESTV fue descubierto en macacos cangrejeros por los Laboratorios Hazleton (ahora Labcorp Drug Development) en 1989.

Al no enfermar, se concluyó que el virus tenía una baja patogenicidad en humanos.

[16]​ Tras el descubrimiento de un filovirus en macacos cangrejeros, los CDC llevaron a cabo una investigación para rastrear la infección.

De los varios cientos de sueros recibidos por los CDC, aproximadamente el diez por ciento mostraron alguna reacción al antígeno del ebolavirus, aunque normalmente a niveles bajos.

[19]​ En mayo de 1990, se envió a Indonesia una investigación dirigida por Susan Fisher-Hoch, Steve Ostroff y Jerry Jennings.

Durante la investigación, se planteó la hipótesis de que podría haber una infección cruzada, ya que los monos sospechosos de enfermedad solían colocarse en jaulas colectivas que contenían hasta veinte o treinta monos sospechosos de enfermedad.

La infección por el virus del Ébola fue letal para casi todos los monos.

Sin embargo, la mayoría de los monos infectados con el virus Reston se recuperaron en un mes.

[21]​ La moderna simulación espacial por ordenador indica que el agente patógeno podría haber llegado a los dos aeropuertos principales (el Aeropuerto Internacional Dulles y el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington) en menos de 45 minutos, suponiendo que las vías de transmisión fueran directas.

Micrografía electrónica de transmisión coloreada artificialmente del virus Reston
Se descubrió que los macacos cangrejeros, importados de Filipinas, eran portadores del filovirus.