Lavidaviridae

Desde entonces, nuevos virófagos han ido apareciendo, como el marino Mavirus,[3]​ capaz de infectar al virus Cafeteria roenbergensis (VCR; CRV, en inglés), depredador de especies integrantes del zooplancton.

[4]​ De esta forma los virófagos protegen, en este caso, al zooplancton.

Por ello tienen un uso potencial como antivirales en el tratamiento de enfermedades producidas por virus.

Uno de los últimos virófagos ha sido descubierto por casualidad en el Lago Orgánico del Este Antártico mientras se estudiaban otras formas biológicas.

Diversos proyectos realizados en varios océanos demuestran que estas formas orgánicas son más frecuentes de lo que se pensaba, dado que se encontraron regularmente en estas expediciones.