Sus orígenes eran humildes y debía su ascenso a César, por recomendación de Diviciaco.
La fidelidad de Viridómaro al jefe romano no duró más: tras la derrota de César ante Gergovia, Viridómaro y Eporédorix hicieron su defección.
Masacran entonces la pequeña guarnición de Novioduno (a menudo identificado con Nevers) y a los comerciantes romanos que se encontraban allí, se dividen las riquezas de la ciudad antes de incendiar lo que no pueden conservar y que no desean dejar provisiones a César.
Aumentando las tropas, siguen la política de la tierra quemada destinada a derrotar al ejército cesariano.
Este ejército de socorro estaba destinado a romper el asedio, pero no lo consigue.