Viri probati

[1]​ Se aplica a un número importante de sacerdotes católicos de rito oriental (diferenciado del rito latino), especialmente en la República Checa, que fueron ordenados por la Iglesia clandestina durante el régimen comunista (1945-1989); una situación excepcional (notsituation) a la que se aplica la antigua práctica de la Iglesia Primitiva: los hombres casados que se ordenaban diáconos o presbíteros debían renunciar a nuevos matrimonios en caso de muerte de su esposa.

[2]​ Hasta la Edad Media los hombres casados podían se ordenados sacerdotes en la Iglesia de occidente.

En el siglo XXI los viri probati podrían ser una solución para subsanar la escasez de vocaciones sacerdotales que vive la Iglesia Católica.

Existen zonas del mundo en las que la población no puede asistir a la Santa Misa por su aislamiento y la falta de sacerdotes.

[2]​[3]​ Algunos cardenales conservadores se han opuesto tajantemente a la propuesta de separar el celibato del sacerdocio mediante la fórmula del viri probati, ya que consideran que la administración del sacramento del Orden Sacerdotal por ciertas necesidades a hombres casados puede provocar graves consecuencias y una ruptura completa con la tradición apostólica, ya que no se continuaría con un sacerdocio que imita a Jesucristo: obediente, pobre y casto.