Virginia Huneeus

En 1978-1979 regresó a Chile para desarrollar su carrera como artista y académica en diferentes espacios universitarios.

Ha experimentado con metal, mosaico, piedras, greda, pelo, corteza, conchas, fibras, entre los más recurrentes.

Si bien la abstracción geométrica abrió un campo de investigación fundamental en el área de las artes visuales, no fue su única vía para reflexionar acerca del arte, la vida y la memoria, ya que profundiza en un lenguaje figurativo y expresivo de los cuales emergen diversas figuras humanas, personajes y paisajes, vinculadas a un imaginario indígena precolombino.

[12]​ Asimismo, ha realizado una investigación sobre su trabajo en un libro titulado: “Horizontes y abismos”, donde refiere a “Sus maravillosos murales, sus acrílicos, pero también momentos más oscuros como su serie sobre el infierno según Dante, sus personajes tridimensionales también sobre el inframundo donde aflora la monstruosidad del ser humano, que ella muestra descarnadamente.

O sus plácidas, pero tristes musas, en una instalación de un grupo escultórico  moldeado en cemento, madera y cuarzo”.

Por último, en una entrevista del año 2018 por Fundación Lectura Nómada, Virginia Huneeus se refiere al proceso de su obra literaria, en que de las palabras surgen las imágenes mismas para su escritura, y que también, las imágenes se transforman en palabras.

Cucos de Virginia Huneeus (fotografía del 2015)