La Virgen del Claustro[1] (en catalán: Mare de Déu del Claustre) es una escultura tallada en piedra, actual Patrona de la ciudad de Solsona, Cataluña, España.
La imagen, que representa a la Virgen y el Niño sentado en su regazo, está considerada como la escultura más primorosamente realizada en arte románico por el escultor Gilabertus (1163 en Toulouse)[2] y una de las pocas muestras que se conservan de las relaciones e integración de nuevas formas de escultura monumental, por parte de diversas escuelas provenientes del entorno europeo.
[3] Mide 1,05 m de alto y sigue siendo muy venerada en la ciudad de Solsona.
La Iglesia católica conmemora la festividad de la advocación el 8 de septiembre.
Por su primoroso acabado se impuso a la tosca talla de María (la titular del templo, hecha de madera) y pronto gozó de la mayor devoción de muy poderosos benefactores, surgidos de entre los más nobles señores de varias comarcas alrededor de la del Solsonés.