La imagen tallada en madera representa a la Virgen de los Dolores y fue traída por el Padre Jesuita José Gumilla, desde España a la población de Betoyes, cerca de Tame Arauca, donde se comenzó a venerar bajo la advocación de la "Virgen del Buen viaje".
Se comenta que los jesuitas "la hicieron aparecer" en un barranco como estrategia para someter al indio manare (etnia extinguida) que era muy bravío.
En La vereda Manare aun se conserva la campana y pila bautismal que tenía el templo destruido en esa guerra bipartidista interna que se vivió en Colombia entre la policía Chulavita, cachiporros (Liberales) y godos (Conservadores).
Se le atribuyen miles de milagros y por más de 100 años son costumbre las romerías desde lugares remotos de Vichada, Arauca, Casanare y Venezuela; para darle gracias por los favores recibidos.
Antiguamente se encontraban en los caminos reales grupos de familias que se desplazaban a pie y llevaban sus equipajes y comida en bueyes o bestias.