Vincenzo De Crescenzo

La grabó Claudio Villa y después, traducida al inglés, fue popularizada por Frank Sinatra, Ella Fitzgerald o Dean Martin.

Gracias a estas canciones y a otras como Bandiera bianca o Calamita d'oro, se convirtió en el gran letrista de la canción napolitana tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.

La oposición popular a la deriva del Festival hizo que este desapareciera en 1971.

Entre otras, se hicieron muy populares Arri, arri cavalluccio, Bene mio, ’A vocca 'e Cuncettina, Solitudine, Serenatella ‘e maggio, Mandulino ‘e Santa Lucia, ’A figlia d’ ‘o cafettiere, Durmì, Allegretto ma non troppo, Fenesta verde, Maria je je, Inferno, Si Dio vulesse, Il sole è nato a Napoli, Napule è una o ’A terza Maria.

Según Mario Stefanile, autor del prólogo a los poemas, De Crescenzo consiguió una sintaxis nueva en la poesía dialectal.