A sus habitantes se les conoce por el gentilicio de villefranchois en francés o vilafranquí, vilafranquina en catalán.Entre 1669 y 1687 el ingeniero militar Marqués de Vauban fortificó la ciudad con elementos defensivos que todavía se conservan contemporáneamente; mientras tanto, en el año 1674, se empezó a gestar lo que se conoce como la Conspiración de Villafranca, una intriga en la que algunas familias de la villa decidieron conspirar para reunificar el territorio con Cataluña.La Corona francesa reaccionó rápidamente delante de estos hechos, recuperando la villa casi inmediatamente.En 1793 las tropas españolas conquistaron la ciudad pero en el mismo año el general Dagobert recuperó la villa.La especialidad culinaria de la ciudad es el «Bougnette» (o Bunyete en catalán), un buñuelo muy fino y azucarado.