Está situada justo en el Puerto de las Pedrizas, sobre un alto en el que se pueden ver hermosísimos paisajes.
[1] En el entramado urbano, de casas blancas y calles estrechas, destaca su pequeña iglesia.
El castillo original desapareció en 1849 a causa de un incendio y su lugar lo ocupa hoy un palacio-cortijo.
El marquesado poco a poco fue perdiendo población debido a que los vecinos únicamente tenían un papel firmado por la marquesa que les permitían vivir en esas casas, lo que les impedía escriturarlas o reformarlas.
Los más jóvenes se vieron obligados a acudir a colegios e institutos de otros pueblos cercanos ya que el centro que había en el marquesado cerró sus puertas por falta de alumnado.