Por este motivo el pueblo toma el nombre del dueño de ese primer emprendimiento productivo.Jáuregui cuenta con un escudo diseñado por José Ciger Hronsky, en los tiempos en que la localidad era conocida como Villa Flandria.Para entonces se estaba experimentando un contundente cambio en la zona, que pasaba de ser agraria a industrial.En este mismo periodo destaca la actividad agropecuaria de las familias Olivera ("La Longaniza"), Monerieff ("El Mirador"), Estrugamou ("Rosa Isabel"), Rosso ("La Perla"), Paredes ("La Elvira"), López, Toccalino, Barnech y Ferrero entre otras.Su calle principal es la Avenida Flandes, que recuerda el lugar de nacimiento del empresario Julio Steverlynck.La avenida se prolonga cruzado el río y el Área Forestal Protegida, en dirección al puente peatonal, desembocando en el Boulevard Flandes, donde otrora vivieran altos funcionarios de la fábrica.Son muchas las anécdotas que narran cómo se desmantelaban las casas de dicha comunidad para luego ser rearmadas en Jáuregui.La revista El Telar acompaña los labores, desarrollo y ocaso del gran pulpo industrial Algodonera Sudamericana Flandria S.A.Sin embargo, hacia varios años que la idea venía tomando forma entre los amantes de la redonda.Flandria ha sido cuna de más 35 jugadores que desde sus divisiones menores han logrado jugar en la Primera división del fútbol argentino y posee a 2 canteranos que han jugado en la Selección Argentina, ellos son Sergio García arquero titular de la Argentina Campeón Mundial Juvenil en Japón 1979 y a Juan Ignacio Mercier quién registra 3 partidos en la selección Mayor.Otro jugadores destacados y nacidos en el club a lo largo de su historia son Juan Emanuel Culio (Independiente / Racing Club / CFR Cluj / Galatasaray / Las Palmas / Zaragoza / La Coruña), Pedro Mansilla (Boca Jrs / Racing Club / Unión Sta Fe / Defensor de Montevideo etc), Claudio "Chiqui" Pérez (Tigre / Belgrano / Boca Jrs), Mariano Barbieri (Belgrano, Def y Justicia, Arsenal, Iquique y La Calera de Chile), Carlos Seppaquercia (River Plate / Gimnasia LP) entre otros.En la reunión donde quedó establecida la creación del Club Náutico El Timón, circularon varios nombres posibles para bautizar a la nueva institución.En terrenos cedidos por Don Julio Steverlynck, se erigió una estructura de hierro y chapa que sirvió para alojar las primeras embarcaciones.Dos o tres lámparas colgadas en postes de acacias, irradiaban una tenue luz durante las noches.El tinglado inicial se convirtió en un galpón cerrado, con piso de baldosas que incluía vestuarios y una casa donde vivía la familia del encargado.Un año después llegaría el debut por demás exitoso, logrando imponerse en una competencia en la ciudad de San Nicolás, en el río Paraná.Otras actividades deportivas que se sumaron al remo fueron la natación, tenis, bochas y vóley, elegidas por el número creciente de socios.Varios años demandó la construcción del actual edificio que ocupa el centro de El Timón.El establecimiento mantiene la mística que supieron darle sus fundadores, como lugar de vínculos sociales y deportes varios.En el hall de entrada se encuentra un busto que recuerda al Doctor Muñiz, realizado por el artista nacional Cabestrani Piñol.[1][2][3] Las primeras clases se dictaban en un salón dividido por tabiques, anexo a la Algodonera Flandria.Su segunda sede, igual de transitoria que la anterior, fue entonces salón-cine Flandria, donde funcionó hasta 1937, cuando se mudó a su domicilio actual.La semilla la había sembrado meses antes el maestro Godofredo Elías Chávez, y brotó rápidamente en un grupo de alumnos que por entonces cursaba tercer grado en el Colegio “San Luis Gonzaga”.En 1961, Julio Steverlynck cedió terrenos para la puesta en funcionamiento de un establecimiento educativo bautizado inicialmente como Escuela-Hogar Inmaculada Concepción.Conocida como “La Pebeta” a fines del siglo XIX, la casona fue adquirida por Steverlynck y cambió su nombre por el de “El Chano”.Funciona actualmente en un edificio ubicado frente a la estación José María Jáuregui Se trata de un evento único que reúne a la familia para conjugar lo lúdico con lo social, y en cierta manera, también lo deportivo, aunque no se trate de una competencia en el estricto sentido que encierra este término.La carrera se hizo por primera vez en 1944 y fue organizada por la Acción Católica del pueblo.Para su construcción resultaron fundamentales los aportes de don Julio y del estanciero Alejandro Estrugamou.Fue construida en la década de 1940 por Don Julio Steverlynck y se denominaba en un primer momento Capilla San Juan Berchmanns, en honor al santo belga.- Taurus, 1999 El patrimonio cultural de las mujeres en el Parque industrial "Villa Flandria" / M. Ceva , C. Tuis* y A. Pak Linares.