En el mismo año, se le encomendó ejecutar al general Encarnación Díaz, debido a su mala fama que volvía impopular al movimiento.
En 1922 se levantó en armas contra el general Álvaro Obregón debido al Plan de Agua Prieta.
[3] En 1927, se unió al movimiento cristero, debido a su experiencia como ex Zapatista el gobierno mandó al P. David Uribe Velasco para disuadirlo en dejar las armas.
[4] En Santa Fé, Quechultenango atacó el tren, tras esto tomó en Juliantla, San Juan,Taxco y durante algunas horas Chilpancingo.
Debido a su experiencia como ex zapatista, el gobierno envió al padre David Uribe Velasco para disuadirlo de dejar las armas.