Debutó con picadores en 1978 y como novillero llegó Madrid en 1980.
Confirmará la alternativa en mayo del año siguiente compartiendo cartel con dos maestros en la suerte de banderillas como Luis Francisco Esplá y Morenito de Maracay.
Repetiría el éxito en 1987 esta vez tras cortar tres orejas.
Durante los ochenta y los noventa es una primera figura del toreo, asiduo en los principales festejos taurinos de España además de las ferias francesas de Nimés y en las plazas americanas.
El peor percance que ha sufrido toreando le sucedió en el 2002 cuando un toro le empitonó la pierna y fueron necesarios cincuenta puntos para restaurarle la herida.