Sin embargo, funciona como un nexo entre los poderes ejecutivo y legislativo, ya que a la vez preside el Senado de la Nación y la Asamblea Legislativa, puesto que abandona cuando le corresponde ocupar la titularidad del poder ejecutivo.
Los demás presidentes argentinos que han logrado una reelección inmediata tuvieron un compañero de fórmula diferente.
Mauricio Macri, el primer y único presidente hasta la fecha en perder una reelección, también compitió con un candidato diferente a vicepresidente en su segunda candidatura presidencial.
A tal fin se sancionó la Ley 20972 de Acefalía, estableciendo la línea sucesoria para ese caso.
Tras la restauración de la democracia en 1983, en tres ocasiones la Vicepresidencia quedó vacante, debiendo asumir las funciones en forma interina el presidente provisional del Senado.