Verbo defectivo

En morfología, un verbo defectivo es un verbo cuyo paradigma flexivo o conjugación carece de alguno o varios de sus tiempos, modos o personas en su conjugación regular.

Otro ejemplo es el verbo balbucir, el cual es defectivo porque las personas han evitado decidirse entre «yo *balbuzco» y «yo *balbuzo», considerando ambas alternativas como incorrectas.

Lo mismo sucedía con «yo abolo» o «yo *abuelo», pero actualmente el Diccionario panhispánico de dudas considera válidas las desinencias con -o.

[3]​ En otros casos algunas lenguas conservan como arcaísmos algunas formas de cierto verbo, pero dejan de ser productivas otras formas, dejando un paradigma defectivo.

En ocasiones los paradigmas defectivos son la causa de que existan verbos de conjugación heteróclita.