La denominación ventresca se debe precisamente a la cercanía que posee con respecto al vientre del pescado.
Su utilidad en gastronomía se centra en el sabor y textura que proporciona comparados con otras partes del despiece del atún.
Esta parte del pescado suele comercializarse en conservas (en Portugal, España e Italia) debido a la capacidad de ser preservado,[1] fresco suele ser consumido en aperitivos, cocinado al horno.
En gastronomía se consume habitualmente en ciertas zonas del mediterráneo.
Su sabor y textura limpia hace que participe de platos como ensaladas.