Las primeras no podrán ser montadas ni desmontadas a bordo del barco.
En competición de la Amèrica las velas rígidas empleadas pertenecen a la segunda especie.
Un ala rígida, simétrica y sin alerones podría funcionar como una vela con un rendimiento considerable.
Para mejorar el rendimiento (sustentación máxima con arrastre mínimo) es posible añadir alerones y una construcción basada en elementos articulados que permita adaptar la curvatura de la vela (de forma cuantitativa y en ambos lados babor-estribor).
Las velas rígidas suelen pasivas y tener una resistencia mínima, pudiéndose plegar, facilitando la navegación al navegar contra el viento de ceñida y no aumentando el calado aéreo de la embarcación.
Previamente la clase había experimentado con palos rotativos de gran superficie aerodinámica.
La jarcia firme debía ser igual para todos los veleros y las posibilidades de regulación eran limitadas.
[9] En cuanto a la final - disputada entre los equipos de Italia y Nueva Zelanda- las diez regatas corridas se pueden ver en video (en formatos diferentes).
Esta fuerza total puede descomponerse en una fuerza lateral (que hace escorar el barco y provoca que derive hacia sotavento) y una fuerza de propulsión en el sentido de marcha del velero (en la dirección del eje longitudinal o de crujía del velero ).
Existe el proyecto de un carguero propulsado por cinco velas rígidas y telescópicas que pueden girar 360 grados.
El barco, llamado Oceanbird, tendrá una eslora de 200 metros y desplazará 32.000 toneladas.
Se trata de un diseño viable, con rendimiento moderado y una simplicidad muy adecuada para usos comerciales en navegaciones oceánicas.