Dicha sociedad poseía unos terrenos en el barrio de Torrero, en los cuales ya existía una piscina (la única existente por aquel entonces en Zaragoza) y el campo de fútbol.
Allí se construyó el velódromo, formando así un complejo deportivo de primer orden hoy desaparecido, situado aproximadamente en el área formada por las calles Lasierra Purroy, Dr. Pascual Oliver, Honorio García Condoy y Monzón.
El 18 de marzo de 1932 se produce la fusión del Iberia Sport Club con el Zaragoza CD formando el Real Zaragoza,[3] tras la cual el fútbol cobró aún mayor importancia en la nueva entidad y la sección ciclista fue quedando gradualmente postergada.
[4] A partir de 1934 sirvió como campo de entreno del equipo filial del Real Zaragoza, lo cual complicó aún más su utilización para el ciclismo.
Ese mismo año la sección ciclista decidió separarse del club con el nombre de Club Ciclista Iberia y, dadas las dificultades crecientes para el uso del velódromo, se centró en el excursionismo.