[1] Tampoco se recogen datos de los territorios no peninsulares (Baleares, Canarias, plazas africanas o posesiones ultramarinas).
[2] Se inició en 1712, año al que corresponden la mayor parte de los datos, y se finalizó en 1717.
Se registró el número de vecinos, condición generalmente asimilada a la de pechero (es decir, contribuyente no privilegiado); pero a veces se recoge separadamente el número de hidalgos, clérigos, viudas y pobres.
La crítica moderna tiende a ajustar sus cifras entre un 20 y un 50 por ciento, al considerar que subvaloraba las reales.
Ya en el siglo XVIII, Jerónimo de Ustáriz estimó al alza sus datos, dando un cálculo de 7.500.000 habitantes.