Se trata de unos recipientes cilíndricos, que tienen una boca abierta y unas asas con apariencia de serpientes.
A veces están decorados con representaciones de cuernos de consagración, serpientes y otros símbolos.
Por sus características, se interpreta que no eran recipientes de uso cotidiano, sino que tenían una función específica en determinados rituales de culto de alguna divinidad ctónica.
Se ha sugerido también que podrían haber contenido serpientes vivas que formarían parte activa del ritual.
Algunos santuarios donde se han hallado este tipo de vasos están en los yacimientos arqueológicos de Gazi, Katsambás, Prinias, Hagia Triada, Gurniá y Karfí.