Vasilisa la bella

Por otra parte, la escritora estadounidense Elizabeth Winthrop escribió un libro para niños "Basilisa la Hermosa: un cuento popular ruso" (HaperCollins, 1991) ilustrada por Alexander Koshkin.

Su esposa se trasladó con todas las chicas a una casita que él había comprado en la linde del bosque.

Vasilisa estaba demasiado asustada para huir, así que Baba Yagá la encontró cuando llegó volando en su mortero.

Baba Yagá le impuso varias tareas para ganarse el fuego, y dijo que si no las cumplía, se la comería.

Esa noche, Baba Yagá ordenó a los tres pares de manos que obtuvieran el aceite prensando las semillas de amapola y le preguntó a la muchacha si tenía algo que preguntarle.

Incluso las lámparas y velas traídas de fuera se apagaban una vez atravesaban el umbral.

Después de esto, Vasilisa enterró el cráneo siguiendo sus instrucciones para que jamás ninguna persona se viera perjudicada por su efecto.

Esto es inusual en un cuento con una heroína ya mayor, aunque algunos, como Jack y las habichuelas mágicas, suceda de forma parecida.

En esta interpretación, consideraba que este cuento de hadas representaría el conflicto entre la luz del sol (Vasilisa), la tormenta (su madrastra), y las nubes oscuras (sus hermanastras).

Vasilisa la hermosa en la choza de Baba Yagá , por Iván Bilibin .
Baba Yagá en su mortero, por Iván Bilibin .