Vasili Grossman

Grossman se formó como ingeniero y trabajó en la cuenca del Donéts, pero abandonó tal ocupación en los años treinta para dedicarse en exclusiva a la escritura.

Mijaíl Súslov advirtió entonces a Grossman que Vida y destino no podría ser publicada en doscientos o trescientos años.

Más tarde, en 1988, fue publicado en la Unión Soviética durante la fase aperturista del gobierno de Mijaíl Gorbachov.

La obra alcanzó rápidamente un éxito enorme y pasó a ser aclamada como una de las cumbres literarias del siglo XX.

El pequeño Vasili fue educado por su madre y vivió con ella dos años en Ginebra, de 1912 a 1914.

Comienza entonces a escribir sus primeros textos, y su ensayo Berdychiv, tregua de broma es publicado en la revista Ogoniok en 1928.

En aquel mismo año publica asimismo su primera novela, Glückauf, que tiene por marco una mina de carbón.

No pudo hacer nada, sin embargo, por su tío, David Cherentsis, que fue arrestado y fusilado en Berdychiv.

Años más tarde, Grossman, atormentado por la pasividad cobarde mostrada en aquellos años, vertió en Vida y destino una amarga confesión de arrepentimiento a través de su alter ego Víktor Shtrum, al que hizo sufrir las mismas dudas experimentadas por él durante aquellos episodios.

En el invierno de 1941, Grossman es enviado a cubrir los combates en Ucrania en la región del Donbás, que conoce bien.

Además de seguir elaborando sus crónicas, comienza a trabajar en su primera gran novela, El pueblo es inmortal, que será publicada por entregas, en Estrella Roja, en 1942.

La batalla de Stalingrado marca profundamente a Grossman, que pasa meses terribles en el frente.

Cuando la Operación Urano resultó exitosa, y el Ejército soviético logró recuperarse del asedio alemán, Grossman recibió la orden de dejar Stalingrado para ser reemplazado por Konstantín Símonov.

Grossman ve aquella decisión como una traición: dejar la ciudad supone una gran aflicción para el escritor.

Aprovecha ese viaje para analizar los mecanismos de la ocupación alemana y el tema tabú del colaboracionismo.

Después de su fallecimiento en 1964, sus allegados encontraron entre sus papeles dos cartas, fechadas en 1950 y 1961, dirigidas a la progenitora muerta.

Durante aquellos últimos meses del conflicto, Grossman fue testigo de las brutalidades cometidas por algunos soldados y oficiales soviéticos contra los civiles alemanes.

Grossman es una víctima más del zhdanovismo, y su obra de teatro Si tuviéramos que creer a los pitagóricos es duramente condenada.

Para Grossman, aquel suceso supone la demostración del paralelismo entre los regímenes nazi y soviético, que finalmente se tocan en el antisemitismo.

La obra, que mantiene la ortodoxia del realismo socialista y conserva la lealtad al régimen, es primeramente aplaudida por la crítica y propuesta para el premio Stalin, pero pasa a ser violentamente denostada por Pravda tras el "descubrimiento" del complot de las batas blancas, supuestamente organizado por médicos judíos.

Logró terminar, sin embargo, en 1963 La paz sea con vosotros, un relato de un viaje a Armenia realizado dos años antes.

En 2007 fue publicada, finalmente, una traducción vertida directamente del original ruso por la traductora y escritora Marta Rebón.

Cartel en Treblinka
Vasili Grossman.