Se llevó bien con expertos como Parmentier, el Caballero Parthon de Von, D’Enghien, y jardineros locales.
La botánica siguió cautivándolo y las plantas tropicales, introducidas a Europa, le dieron mucho material de estudio.
Se encuentra con un recolector inglés John Tweedie en la Banda Oriental y hacen un número de viajes en conjunto.
Establecerá un criadero y vivero en Gentbrugge cerca de Gante con su socio Adolf Papeleu.
A tono con la orquidiomanía europea de 1845, despacha recolectores hacia América para escudriñar orquídeas y otras exóticas especies.