Durante este período, dado los pocos recursos con que contaba su familia, debió dedicarse a tareas que permitieran complementar sus ingresos, entre estas, aprendiz de albañil y pintor de rótulos comerciales.
Inicia su travesía partiendo de Barcelona con destino a Buenos Aires, Argentina.
Para subsistir se desempeñó en varios oficios: albañil, camarero, carpintero, dependiente, panadero, entre otros.
No obstante, nunca olvidó su sueño, y asistió a una academia para ampliar sus conocimientos artísticos.
Su calidad artística le permite ser contratado durante varios años como escenógrafo en La Habana por diferentes teatros y compañías con las que viajó.
En San Salvador empieza a pintar casas y alguna decoración de teatro.
De esta etapa destacan los cuadros: Durante esta etapa, su obra se ve influenciada por los movimientos de vanguardia modernista europea o estadounidense, así como el futurismo italiano y en menor medida del expresionismo alemán.
[9] De su última generación de alumnos en Centro Nacional de Artes también incluyen a Jose Alex Sánchez "El Aleph", Jose Mauricio Mejia, Jose Mario García Portillo, Oscar Mauricio Ceron Chávez, Ana Dinora Preza, Álvaro Rosales o Antonio Mejía, pintor costumbrista, que realiza su carrera en Costa Rica.