El acuerdo más importante se llamó sin embargo Constitución Valdemariana que prometía que en el futuro, una misma persona no podía ser gobernante de Schleswig y Dinamarca al mismo tiempo.
Debido a lo anterior, Valdemar renunció a su patrimonio, Schleswig, y liberó de sus obligaciones a su tío y tutor, por intermedio del cual el primer miembro de la casa Holstein se convirtió en duque: Gerard, duque de Jutlandia (o Jutlandia del Sur o Schleswig).
En la práctica, Dinamarca se encontraba en su totalidad en manos de ciertos nobles, lo que no era popular entre los campesinos.
Una parte de los nobles eran extranjeros y habían gravado a los habitantes con impuestos.
En 1329, fue el turno de Jutlandia, donde los campesinos lograron mejores resultados, aunque allí también el levantamiento fue sofocado.