Los va tienen su propio idioma, al que ellos llaman parauk, perteneciente a la familia de lenguas austroasiáticas.
Las nuevas viviendas se construyen por todos los miembros del poblado y su construcción suele durar un día.
Según su tradición, cazar cabezas de los enemigos les aseguraba una buena cosecha.
Estos dioses son los que traen la suerte o la desgracia a los hogares.
Gracias a la influencia ejercida por la etnia dai, con la que comparten algunas zonas de residencia, algunos va se han convertido al budismo.
En otras zonas en las que hay misioneros bautistas estadounidenses se encuentran algunos grupos de cristianos.