Se crio en Alemania pero empezó a viajar desde joven a Oriente Próximo, donde aprendió árabe y se familiarizó con el islam, realizando estudios en Lahore (Pakistán).
Defendía con argumentos geológicos la existencia de un cataclismo cósmico, que habría destruido estas civilizaciones, anteriores a los tartesos y cambiado parcialmente la geografía de la península ibérica.
Aunque la parte central de su teoría nunca fue aceptada por la mayoría de los académicos, sus trabajos sobre arte rupestre y cultura bereber fueron acogidos con respeto y publicados por varias instancias científicas, por ejemplo en Almogaren, la revista del Institutum Canarium (IC) y en el anuario de la Universidad de Cádiz.
Además, la Diputación de Cádiz publicó en 1988 un catálogo suyo que recoge y clasifica todas las cuevas con pintura rupestre en la provincia de Cádiz conocidas hasta este momento; varias de ellas descubiertas por él mismo.
Topper publicó además en alemán varios libros sobre la cultura marroquí, como un ensayo científico sobre los sufíes del Magreb, un manual de la geomancia, hasta hoy utilizada en Marruecos, y una recopilación de cuentos populares bereberes; ésta también aparecida en castellano (Cuentos populares de los bereberes, Miraguano 1993).