[1][2] En agosto de 2012, varias tormentas hicieron que el ascenso al Ushba fuera traicionero.
Un escalador murió y otro, Andyonik Miribyan, quedó atrapado cerca de la cumbre por cuatro días debido a las fuertes nevadas.
[3] La dificultad del relieve le dio un nombre muy intimidante, que se traduce como "aquelarre" o "asesino".
Este nombre le fue dado desde la antigüedad y pervive hasta nuestros días.
La montaña se hizo famosa por su carácter impredecible y las malas condiciones meteorológicas.