Urhi-Tesub

El decidido apoyo de Hattusili III, al que Urhi-Tešub confirmó como gobernante del norte del reino, le ayudó a salvar la situación.

[1]​ Hattusili afirma haber mantenido su lealtad al joven rey, pero hay que notar que siempre le llama Urhi-Tešub, negándole el nombre real de Mursili III.

En política exterior, Urhi-Tešub heredó una guerra con Egipto en el Levante y Siria y la amenaza de una Asiria que había conquistado los restos de Mitanni en el extremo oriental del reino.

Debilitados los egipcios por la Batalla de Qadeš en tiempos de su padre, Urhi-Tešub volcó su atención en Mitanni, donde intento instaurar a un vasallo hitita, el rebelde Wasashatta - pero su iniciativa fracasó, y Mitanni siguió bajo control asirio.

Hattusili contemporizó durante un tiempo, pero luego pasó a una rebelión abierta, no dudando en utilizar a las tribus kaskas, enemigos tradicionales de los hititas, y en poco tiempo le despojó del trono.