Urgencia psiquiátrica

[1]​ En este sentido, Slaby (1989) la considera una situación clínica en la que el individuo representa un peligro para sí mismo y para otras personas, por ejemplo en casos de psicosis.

[4]​[5]​ Existen dos tipos de urgencias médicas: excitación aguda con agitación psicomotora y comportamiento autodestructivo o suicida.

[7]​ Sadock, Sadock y Ruiz (2015) señalan que los antecedentes familiares de suicidio, comportamientos similares previos o una nota de suicidio del paciente son factores que incrementan este riesgo.

El peligro de un comportamiento suicida inminente es suficiente para indicar la hospitalización del individuo.

[6]​ Benito Fernández (2010) señala que las urgencias psiquiátricas infantiles son poco frecuentes.

[9]​ El tratamiento inmediato de las urgencias psiquiátricas se enfoca en los síntomas agudos con la finalidad de mejorar la condición del paciente y evitar que con su comportamiento se dañe o dañe a otros.

[6]​ Son también, en muchas ocasiones, estas personas las que aportan la información más útil sobre el paciente.

Según Escobar, González y Schürch (2000), que citan a Tardiff, aproximadamente 40% de los psiquiatras afirmó haber sido agredido por pacientes en una o más ocasiones.

Por otra parte, los pacientes violentos responden mejor a la sedación con diazepam o lorazepam.

[5]​ Además, dentro de la entrevista inicial se deben realizar preguntas directas del tipo «¿Quieres morir?» o «¿Te sientes tan mal que podrías lastimarte?».

El comportamiento suicida es la urgencia psiquiátrica más común y, como tal, requiere de atención inmediata.