Uno de abajo

Es el largometraje número doce filmado en el país y la primera película que aborda un problema social, específicamente el alcoholismo.

Luego su director viajó en 1921 a Alemania para perfeccionar sus conocimientos en cine[1]​ y al parecer llevó la película a ese país proyectándola bajo el título «Was die Söhne vermögen»; ello se concluye porque ese título figura registrado al pie de las fotos con que se publicitó su presentación.

Con esa acción Goyo se gana el agradecimiento de la familia que le abre su puerta a frecuentes visitas.

Como final feliz, Octavio recibe el apoyo de su empleador, que al seguirlo es testigo del problema familiar y lo premia con su confianza.

El público sintió especial cercanía debido a que en la escenografía se utilizaron ambientes conocidos, como el bar «El roto chileno», un liceo y barrios de Santiago.