Consiste en la repetición mecánica de unos pensamientos especiales, que Isha llama "Facetas", que vibran en la frecuencia más elevada del amor y son "verdades de Iluminación espiritual", inherentes a todos los seres sensibles; tales como la unidad de la totalidad o la perfección del momento presente.
Mientras mayor es esa frecuencia, más armonioso es el funcionamiento sea de la mente o la materia.
Estos pensamientos especiales, las facetas, que vibran en la frecuencia más elevada del amor, al ser intercalados con los pensamientos habituales, muchos de ellos basados en miedo que es la vibración más densa, comienzan a transformarlos, porque elevan la frecuencia vibratoria de estos.
Cuando se vibra en esa frecuencia amorosa, el sistema nervioso está protegido de los estímulos del estrés, tiene una herramienta para transformarlos, y por ende las respuestas del mismo son más armoniosas, sanando así la ansiedad, el insomnio, la depresión y otras enfermedades de carácter psicológico o enfermedades físicas producidas por el estrés , de forma muy rápida.
Posteriormente la conciencia del sujeto se expande progresivamente incrementando su potencial creativo, claridad y determinación, transformando profundamente su experiencia de vida.