Actualmente existen unidades utilizables hasta a una altitud máxima de 43.000 pies (unos 13 000 m) y frío extremo.
A diferencia de los aviones, en los transbordadores las APU proporcionan presión hidráulica y no energía eléctrica.
Durante el aterrizaje además sirven para controlar los frenos, y este debe poder realizarse con una sola APU.
Además, existe un motor conectado a la caja que asegura el arranque de la APU.
En los Estados Unidos, las leyes federales del Departamento de Transportes obligan a descansar 10 horas por cada 11 que se conducen.
Durante esos tiempos de descanso, los camioneros a menudo arrancan sus motores para proporcionarse calor, luz y electricidad para diferentes aparatos para su comodidad.
Aunque los motores diésel son muy eficientes cuando trabajan de este modo, sigue siendo caro y bastante perjudicial para el medio ambiente.
El generador también alimenta los calentadores del bloque motor y el sistema de combustible, permitiendo un arranque fácil del motor principal justo antes de salir si la APU ha estado funcionando con antelación.