Un millón para el mejor

En los años 60 el premio máximo que ofrecía el programa, un millón de pesetas, causó un gran revuelo en la sociedad española.

El programa consistía en ocho concursantes, cada uno con un tema específico, sobre el cual eran evaluados por un jurado en el que se encontraban Luis Capurro, Jorge Dahm y Alfonso Stephens.

Además de esto, cada semana se presentaban dos preguntones previamente seleccionados, quienes realizaban diversas preguntas a Dahm sobre un creador o personaje que este dibujaba.

Por otro lado, tres concursantes eran preguntados por un interrogador en off, y los que tuviesen mejor rendimiento eran seleccionados para una nueva Carrera por el millón.

[3]​ Al parecer más tarde salió absuelto de estos cargos que podrían haber tenido causas políticas.