Ulrica Nisch

Fue durante ese periodo que adquirió fama de santa entre sus compañeras.Por lo cual, según el proceso en la Iglesia católica, se le llamó sierva de Dios.El proceso fue presentado a la Congregación para la Causa de los Santos en Roma en 1983.Un año más tarde, el papa Juan Pablo II, mediante decreto de virtudes, la proclamó venerable.[3]​ La Iglesia católica celebra su memoria el día 8 de mayo.
Tumba de la beata Ulrica en el monasterio de Hegne.