En febrero, la tripulación dorada continuó realizando operaciones de resistencia en el mar Caribe.
Comenzando en abril, la tripulación azul preparó y condujo sus primeras patrullas con Polaris.
La tripulación dorada entró en periodo de entrenamiento y más tarde condujo una segunda patrulla, terminando el año en estado de entrenamiento.
En octubre de 1974, el Simon Bolivar regresó a Charleston.
La nave fue premiada con el Battle “E” para el año fiscal 1974 y también recibió el "Premio Providence Plantation" por su rol como submarino balístico más destacado de la flota del atlántico.