[1] Durante ambas guerras mundiales los Estados Unidos y sus aliados se vieron enfrentados al reto de los submarinos alemanes cuya efectividad amenazó con cerrar las rutas marítimas del Atlántico poniendo en peligro el esfuerzo de la guerra en Europa.
En un primer momento las naves con capacidad antisubmarina no estuvieron disponibles en número suficiente para luchar contra esa amenaza.
La evolución del diseño del destructor escolta se remonta a 1939 cuando se establecieron las características básicas de los buques que podrían ser construidos rápidamente y en grandes cantidades sin interferir la producción de maquinaria y armamento para otros tipos de naves.
UU. colocó órdenes de construcción por 1.005 destructores escolta pero en mayo de 1943 se dieron cuenta de que esa cantidad era muy superior a las necesarias debido al éxito que estaban consiguiendo en la guerra antisubmarina en el Atlántico por lo que comenzaron a cancelar pedidos.
Diez días después arribó en Pearl Harbor donde inició un entrenamiento intensivo.
En junio se trasladó a Okinawa efectuando patrullaje antisubmarino y zarpando el 17 de julio hacia las Filipinas donde efectuó la idéntica tarea.