La disputa entre los organizadores de las Grandes Vueltas y la UCI sembró dudas sobre el futuro de la competición, puesto que las carreras que organizaban estas Vueltas anunciaron que podrían saltarse esas normas, declarando al 100% la guerra a la UCI.
Tras la reunión del 5 de marzo de 2007, se produjo un acuerdo entre la UCI y los organizadores de las 11 carreras "rebeldes" (organizadores de las Grandes Vueltas), tras el cual todos los equipos UCI ProTour excepto los introducidos ese año del Unibet.com y el Astana participarían en todas las carreras "rebeldes" del calendario UCI ProTour.
Estos dos debieron ser invitados, aunque gozaron de un favoritismo por pertenecer al grupo.
El Astana si compitió en la gran mayoría de las carreras implicadas en el contencioso mientras el Unibet.com solo fue admitido en la Milán-San Remo a causa de problemas legales con su patrocinio en Francia, que, por la unión de los organizadores de las Grandes Vueltas, las carreras organizadas por estas también apoyaron el veto en esas otras carreras fuera de Francia; hecho que provocaría la desaparición del equipo.
Sin embargo, el Astana, debido a problemas internos derivados del positivo de Alexandre Vinokourov en pleno Tour de Francia 2007 no participó en las carreras posteriores que en principio sí tenía invitación obligada como la Clásica de San Sebastián, Vuelta a Alemania, Vattenfall Cyclassics y Eneco Tour.