Su imagen en el mundo terrenal es la de un hombre encapuchado, que despliega unas alas blancas y etéreas.
En Diablo III, Tyrael aparece como humano que llegó a al mundo de los mortales cayendo desde el cielo a la Catedral de Tristán donde Deckard Cain descifraba la profecía sobre el regreso del mal.
Al finalizar el Acto I, una cinematografía sobre la cremación del cuerpo de Deckard Cain nos muestra una charla entre Tyrael y Leah, donde ella le recrimina no conocer lo que es hacer un gran sacrificio.
En esa cinematografía, Tyrael pelea con el Ángel Imperius (Líder de todos los Ángeles del Cielo) luego de haber discutido con él por haber ayudado a la humanidad (Diablo II).
En la pelea, Tyrael logra bloquear un ataque de Imperius y luego le quita el arma.